En lugar de ir hacia delante, vamos hacia atrás. Quieren hacer más accesible las apuestas en los estadios.
En Ludopatía Online te venimos contando la última información sobre los avances o progresos que se intentan hacer para frenar el auge del juego por diversos sectores de la sociedad. Por desgracia, son pocos y llegan a cuenta gotas. Y también hay «pasos hacia atrás». Es decir, acciones que nos llegan a un mundo donde cada vez es más fácil apostar. El caso de hoy es uno de esos, de esos que no nos conviene a nadie.
En Les Corts Valencianes está tomando forma el anteproyecto de ley del juego. Se habla de las distancias entre los distintos salones de juego y apuestas pero hay un punto que no nos ha gustado nada. Hablamos del punto 47 del anteproyecto, en el cual se contempla la posibilidad de instalar zonas de apuestas dentro de los estadios de fútbol. Por si no fuera suficiente la cantidad de locales de apuesta que ya existen o la facilidad y accesibilidad que hay a través de los móviles para apostar, se une esta iniciativa. Un gran paso hacia atrás para frenar la ludopatía. El artículo dice literalmente: «tendrá el mismo periodo de vigencia que el concedido a la empresa operadora de las apuestas y también podrá autorizarse la instalación de una zona de apuestas para un período determinado de tiempo dentro de un mismo recinto «.
Por suerte, un parlamentario de Les Corts Valencianes se ha negado al artículo 47 diciendo, como es lógico, que es una incongruencia: «Me parece una incongruencia que se hable de proteger al menor, de aplicar medidas para no favorecer la ludopatía y de medidas restrictivas para luego llegar al anteproyecto de ley y ver cómo se habilitan nuevos espacios para incentivar el juego y las apuestas «.
Sin duda alguna sería un paso hacia atrás el instalar máquinas de apuesta en los recintos deportivos. Cada vez existen más lugares y formas de apuesta. Todo, pensado y estudiado para maximizar las ganancias de las empresas de apuestas. Un lucrativo negocio que mueve millones de euros en nuestro país mensualmente a costa de los incautos apostadores, inconscientes muchas veces del riesgo que conlleva.